El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) con el objetivo de difundir la importancia de aplicar esta técnica en situaciones de emergencia. En el mundo, las enfermedades cardiovasculares —como infartos cerebrales o ataques al corazón— son la principal causa de muerte, lo que eleva la relevancia de capacitar a más personas en maniobras básicas que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La probabilidad de supervivencia en un paro cardíaco es muy baja si no se actúa de inmediato con atención médica. Por eso, promover el conocimiento de las nociones esenciales de la RCP se vuelve crucial: verificar el pulso y la respiración y, en caso necesario, iniciar compresiones torácicas y respiración asistida hasta la llegada de servicios especializados.
La elección del 16 de octubre como fecha global tiene su origen en iniciativas europeas y mundiales para concienciar sobre la parada cardiaca. Desde 2012, el Parlamento Europeo propuso una campaña de sensibilización, y más tarde organismos internacionales como el Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación (ILCOR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja adoptaron esta fecha para fomentar la capacitación ciudadana en primeros auxilios y promover la alianza entre instituciones para llegar a más personas.
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